jueves, 23 de junio de 2011

Cosas – 18

* - ¿Alemania 1930 = Francia 2012?. Pienso que no. En Alemania la clase obrera o estaba ideologizada y era socialista, o no lo estaba y su objetivo era, pura y simplemente, salir de la miseria, y ese sector de la clase obrera fue captado por un movimiento que prometía trabajo, orden, y, además -además- restaurar una cosa llamada ‘orgullo nacional’ algo que no era demasiado bien entendida por esa clase obrera; y de eso se encargó un movimiento que fue financiado por la alta burguesía y que, de repente, puso sobre la mesa todo su bagaje ideológico.

Las ‘bases operativas’ de ese movimiento fueron captadas de la clase obrera y de sus dirigentes, y cuando dejaron de ser necesarios, útiles, convenientes, devino la Noche de los Cuchillos Largos, y las cosas pasaron a ser como tenían que ser.

Ni en Francia, hoy, ni en ninguna parte, pienso que haya ideología alguna que no sea la de pagar la hipoteca, arreglar el coche e ir a comer fuera los domingos. No hay ideología, pero el trabajo cada vez es más escaso, los salarios cada vez dan para menos, y los inmigrantes cada vez tienen menos ocupación, pero tienen mucha descendencia; y el modelo de protección social se está agotando.

Ni Mme. Le Pen es Nazi ni, pienso, tiene la visión económico-social de su padre, entre otras razones porque M. Le Pen se movió en un entorno de abundancia y en un decorado de crecimiento continuado, cosa que Marine, continúo pensando, tiene muy claro que ha dejado de ser así. Mi sugerencia: no la pierdan de vista: es inteligente, sabe palpar la realidad y sabe adaptar su mensaje a las circunstancias.

* - Empiezan a surgir las voces: en Brasil hay bastante más humo de lo que podría parecer. (Hace unas semanas Uds. ya leyeron aquí sobre esto). Veamos. Cójase un país suficientemente grande, con una población suficiente con suficientes ansias de consumir y con suficientes carencias, y, lo más importante, con suficientes posibilidades de negocio. A continuación inúndese de crédito a ese país y siéntese a esperar: los billetes le irán entrando en la caja.

Supongo que les suena: ha sido España en los años en los que ‘fue bien’. El dinero fácil, aunque en el caso de Brasil sea caro. Hay posibilidades de hacer negocio, pero, ¿qué sucederá cuando ese crédito decline?. Pienso que Brasil = España 2.0, y ya sabemos por donde está yendo la versión 1.0 de España, la original.

* - En USA las cosas de la economía no están yendo como álguienes habían pensado que irían, como se deseaba que fueran, pero es que no podían ir, porque no podía ser. La economía USA se ha estado basando en el consumo de su ciudadanía, en que los demás la financiasen, en que todos le tolerasen lo que quisiera hacer, y ha funcionado, pero ya no porque sus financiadores tienen problemas, su ciudadanía ya ha agotado su capacidad de endeudamiento, y porque ya no quedan malos malísimos de los que su Army tenga que defender; entonces, ¿qué queda?.

USA ya tiene problemas, USA va a tener más problemas, con un agravante: su población su población está acostumbrada a pasarlo mal a nivel micro, pero no a nivel macro. El aumento de los precios de los combustibles está actuando, pienso, como un acelerante del incendio que se ha declarado en su economía, aunque ahora esté latente.

Nivel micro: el ciudadano medio USA ha estado viviendo de crédito, como el de muchas partes, pero él sabe lo que cuestan cosas que otras ciudadanías pagan entre todos sus miembros, como la sanidad. El ciudadano medio USA sabe que si los combustibles suben tendrá que dedicar más de sus ingresos a pagar la gasolina que precisa para vivir: la vida en USA, en la mayor parte de USA, se sustenta sobre el combustible: escaso transporte público. Nivel macro: prácticamente no queda vivo ningún ciudadano USA con sus facultades mentales intactas que recuerde la Depresión, por lo que no existe memoria de crisis colectiva.

Casi el 70% del PIB USA depende del consumo, ¿es posible imaginar que supone la existencia de una economía que representa más del 20% del PIB del planeta con problemas de financiación y con una capacidad de compra decreciente por parte de su ciudadanía?. Pavoroso, ¿verdad?.

* - Me escribe un lector: “(…) Ayer una trabajadora de (nombre de una empresa del sector sanitario) me comentó que hay mucho fraude en sanidad. Ahora, se ve que desde que hay tantos médicos sudamericanos, estos hacen favores a personas de su país residentes en sus países. Un inmigrante ilegal, lo primero que hace cuando llega a España es inscribirse en el ambulatorio. Pues esos médicos, inscriben personas enfermas de sus países en los ambulatorios y al cabo de un poco, viajan hasta España como turistas, van a visitarse al ambulatorio, les operan gratis en España y vuelven a su país. Dicha operación, en sus países les costaría un dineral. Aquí, simplemente, el billete de avión y, según creen, alguna comisión al médico”. ¿Es cierto, no lo es, podría serlo?.

* - La Generación Ni-Ni, ya saben. Toneladas de tratados, informes, estudios sobre ella. Hace unos días iba en un taxi y por la radio una experta en psicología juvenil iba diciendo lo importante que es la postura que se adopte antes las actitudes infantiles a fin de erradicar evoluciones como las desarrolladas por los miembros de tal generación. Tal vez sea así pero mientras atendía a las preguntas de la locutora y a las respuestas de la experta en mi mente brotó un razonamiento. Cuando en los 60, 70 y parte de los 80 los jóvenes tenían unas expectativas de encontrar una ocupación muy en la línea de su formación o en su caso de emplearse como ‘Aprendices’, no existían demasiadas cosas para consumir, pero tampoco había Generación Ni-Ni. Insisto, mis conocimientos de la psicología de los jóvenes se hallan a años luz de los expertos, pero muy humildemente me atrevo a preguntar: ¿no tendrá algo que ver la Generación Ni-Ni con las expectativas profesionales de los jóvenes?.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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