domingo, 12 de septiembre de 2010

La pobreza en EEUU crece a ritmo récord bajo la administración Obama

Los congresistas y senadores regresan esta semana al patio político, donde estarán en juego las nuevas medidas ecómicas presentadas por el mandatario en la última semana.

El impacto de la crisis y las dificultades que enfrenta la administración Obama para crear empleo y sostener un crecimiento robusto de la economía norteamericana han llevado a los niveles de pobreza a este lado del Atlántico a registrar cotas nunca vista desde los años 60, cuando el país tuvo que enfrentar una seria guerra contra el umbral de pobreza.

Según adelantaba la agencia Associated Press, el nivel de pobreza en el país podría incrementarse desde el 13,2 por ciento hasta el 15 por ciento, si se hace referencia a los nuevos datos del censo correspondiente a 2009 que se darán a conocer esta semana. Una nueva arma arrojadiza que podría hacer mucho daño a la Casa Blanca y a los demócratas, especialmente a siete semanas de la celebración de las elecciones legislativas.

Precisamente, el pasado viernes, Obama dijo que "la acción más importante contra la pobreza es conseguir que la economía crezca y garantizar que haya suficientes empleos", durante su conferencia de prensa en la Casa Blanca. Un hecho que, como demuestran las cifras, no ha terminado de ocurrir, con 15 millones de ciudadanos en el paro y un PIB que creció a un 1,6 por ciento en el segundo trimestre.

En manos de los legisladores

En medio de una salvaje guerra electoral, donde los demócratas se juegan su hegemonía en el Congreso, el presidente presentó desde el pasado lunes una nueva retahíla de medidas con la intención de estimular la creación de empleo en el corto plazo. Una inversión de 50.000 millones de dólares en infraestructuras, eliminar los impuestos a las compañías a la hora de invertir en maquinaria o benficiar con créditos fiscales su investigaciones de Investigación y Desarrollo.

Aún así, todas estas medidas, junto con la polémica extension de los beneficios fiscales aprobados por la administración Bush dependerán en buena medida de los legisladores, que regresan esta semana a Washington durante unas cuantas semanas antes de que en octubre se produzca un nuevo receso para dar el último empujón a la campaña electoral.

De momento, en la Cámara Baja, la atención estará copada por las rebajas de impuestos de la administración Bush. Algunos de los demócratas y el presidente Obama apoyan su extensión sólo para las familias que ganen menos de 250.000 dólares al año. Su defensa contra agraciar a las rentas altas de esta clase de beneficios fiscales reside en su coste: 700.000 millones de dólares en la próxima década, una factura que la economía no puede permitirse.

Por su parte, los republicanos quieren dar luz verde a la extensión de las rebajas fiscales sin discriminar a ninguna clase social, algo que algunos demócratas moderados también apoyan. No hay que olvidar que normalmente son los más acaudalados los que financian las campañas políticas de muchos congresistas, senadores y gobernadores.

Mientras tanto en el Senado también se decidirá qué hacer con otra propuesta respaldada por la Casa Blanca. Un plan para crear un fondo de 30.000 millones de dólares que inyectaría efectivo a los bancos comunitarios para que éstos pudieran ofrecer más créditos a las pequeñas y medianas empresas del país. Un proyecto estancado en el Congreso durante mucho tiempo y que ahora debe decidirse en el seno de la Cámara Baja. Los republicanos se oponen a su aprobación al afirmar que esto supone un nuevo rescate a la banca, en este caso comunitaria y regional, que no fomentará en ningún caso que las pymes tengan acceso a más fondos para generar empleo.

fuente: http://www.eleconomista.es/indicadores-eeuu/noticias/2439649/09/10/La-pobreza-en-EEUU-crece-a-ritmo-record-bajo-la-administracion-Obama.html

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