lunes, 12 de julio de 2010

España Solo vende futbol

La deuda privada se encarece un 10%


La rentabilidad de los bonos corporativos se ha incrementado ante el empeoramiento del 'Made in Spain'.

Llevar la camiseta Made in Spain pesa. ¡Y mucho! Sólo hay que observar cómo se ha encarecido la financiación a las compañías españolas para darse cuenta de que el riesgo sobre nuestro país está afectando negativamente al entramado empresarial. La rentabilidad de las últimas emisiones corporativas se ha elevado de media más de un 10 por ciento en las últimas semanas, con lo que los diferenciales de sus emisiones superan en algunos casos los 160 puntos básicos sobre el libor -el tipo de interés interbancario de Reino Unido y una de las principales referencias en el mercado de deuda-. En renta fija la caída del precio del bono provoca subidas en sus rendimientos, lo que a su vez conlleva importantes pérdidas en las carteras de bonos. Y eso es lo que está ocurriendo ahora en los mercados de deuda, que reflejan claramente la incertidumbre que ya cotiza sobre el Reino de España. Y es que la rentabilidad del bono español a diez años ha pasado del 4,2 por ciento a rebasar el 4,8 por ciento en un mes y la prima de riesgo -medida como el diferencial de rentabilidad entre el bono a diez años español y alemán- ha llegado a superar los 200 puntos básicos.

Esta situación tiene dos efectos perniciosos en las sociedades: encarece el coste de sus próximas emisiones en un mercado, que ya de por sí está estrangulado, y dificulta la colocación de su deuda entre los inversores más conservadores -ya que se percibe como un activo de mayor riesgo-. Hay que tener en cuenta que por ejemplo, la rentabilidad del bono de Telefónica con vencimiento en 2019 ha pasado del 4,3 por ciento de abril al 4,6 por ciento actual. Esto también se repite en Iberdrola. La eléctrica ha visto como las obligaciones con vencimiento en marzo de 2020 ofrecen una rentabilidad del 4,4 por ciento, frente al 4 por ciento que tenían hace dos meses.

Pero éste no ha sido el único impacto en las sociedades españolas. También se ha encarecido el precio de los CDS (Credit Default Swap). Estos seguros, que se contratan ante la posibilidad de impago de las compañías, han visto como se aumentaba su demanda de forma exponencial, lo que a su vez ha provocado repuntes en el precio. De hecho, el CDS sobre BBVA ha pasado de los 84 puntos básicos a los 225 puntos actuales en lo que va de año. Esto también se repite en Santander, donde este seguro se encuentra ahora en los 170 puntos básicos, frente a los 81 puntos de comienzos del ejercicio. Si se echa un vistazo a Repsol, el panorama es prácticamente similar. El CDS ha pasado de los 80 puntos del 1 de enero a los 214 puntos actuales.

Un panorama oscuro

Esta subida de los diferenciales se ha debido a un cúmulo de factores, que se han ido encadenando entre sí y que han cerrado de golpe el mercado de emisiones corporativas. "El mercado de emisiones públicas de deuda para instituciones financieras españolas lleva cerrado desde finales de abril debido a la negativa percepción de los inversores respecto al riesgo soberano español", comenta Société Générale. En España el volumen de emisiones corporativas alcanzó los 5.520 millones de euros en el primer semestre, frente a los 14.100 millones de euros del mismo periodo de 2009.

Y esto supone un importante problema para las empresas españolas. Hay que tener en cuenta que en lo que queda de ejercicio todavía existen vencimientos de deuda corporativa por un importe de 33.600 millones de euros, por lo que necesitan inversores que les refinancien. Con unos bancos que llevan meses con el grifo de la financiación cerrado, el problema se agrava aún más. "Entre los factores del encarecimiento se encuentran el empeoramiento general de la economía y la falta de perspectivas a corto y medio plazo que hacen que aquellas entidades que tienen liquidez no presten porque no ven creíble el proyecto empresarial", relata Lorenzo Dávila, jefe del departamento de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).

Un cúmulo de factores

Aunque la chispa de esta delicada situación la encendió Grecia al anunciar a principios de año que iba a tener problemas para hacer frente a sus altos compromisos financieros, la desconfianza rápidamente se ha extendido por el resto de países periféricos -conocidos también como PIIGS: Portugal, Italia, España e Irlanda- ante la posibilidad de que se repitiese una historia similar. Las alarmas se han disparado en todo el mundo y las ventas del mercado de renta fija se han agolpado en todas las pantallas de los brokers afectando directamente al mercado de deuda. Y como si de un dominó se tratase, los bonos corporativos han tomado el testigo de esta tendencia negativa.

"Los efectos secundarios de la crisis soberana en relación a los niveles de solvencia de los bancos están pesando en los mercados y las fuertes necesidades de financiación de los gobiernos han desplazado a los bonos corporativos, que tienen el mercado semicerrado", comenta Norbolsa. Además, esta firma explica que los bonos corporativos españoles han sido especialmente perjudicados por la pérdida de confianza de los inversores en la economía española y, concretamente, en su sistema financiero.

Además, la puntilla ha llegado con el recorte de rating por las agencias de calificación. El pasado 28 de abril Standard & Poor's volvió a bajar la nota crediticia del Reino de España hasta AA -con lo que se coloca a dos escalones de la excelencia financiera-, mientras que Fitch colocó su nota crediticia en AA+ en mayo. Por su parte, Moody's ha puesto en perspectiva negativa su calificación. De hecho, esta firma es la única que mantiene la triple A de nuestro país y en un periodo máximo de tres meses tendrá que publicar otro informe en el que establezca cuál es su percepción sobre España. "Sin duda alguna a la hora de captar recursos en el exterior el riesgo país es un factor que dificulta y encarece el acceso al crédito de las empresas españolas, lo que puede agravar esta situación", prosigue Dávila.

Al hilo de esto Pedro Sastre, experto de Banca March, considera que otro de los problemas del mercado de deuda es que se ha producido un trasvase de la percepción de riesgo del dominio público al privado. "La habitual facilidad de financiación del sector público se mantiene, pero a un coste mayor y esto también tiene su reflejo en el sector privado", explica Sastre.

Tal es la situación que el mercado ha dejado en un segundo plano que más de un 50 por ciento de los beneficios de las empresas del Ibex se fabrica fuera de España y ha castigado a todos por igual, sólo por el hecho de tener el cartel Made in Spain.

Las más perjudicadas

En este sentido, las compañías más perjudicadas son las que tienen unos mayores compromisos financieros en el parqué, ya que en esta situación los costes de las nuevas emisiones van a ser muy superiores a los de los años anteriores de la crisis. En ocho compañías del Ibex su deuda supone cinco veces el beneficio bruto operativo. Por ejemplo, Sacyr Vallehermoso necesitaría 24 años para poder pagar su deuda si se mantienen constantes sus beneficios. Esto también se repite en Ferrovial, que tiene un apalancamiento de 9 veces. Además, tendrán problemas las empresas con altos vencimientos en los próximos meses, siendo la banca uno de los sectores a los que más les caduca su deuda.

Sin embargo, las previsiones de los expertos apuntan a que en la segunda parte del año, el mercado de deuda se normalice ligeramente, lo que va a permitir la apertura de las ventanas de liquidez. Los gestores aseguran que a medida que los planes fiscales adoptados por los gobiernos comiencen a mejorar las cuentas públicas, la normalización de los mercados de deuda pública se trasladará a los mercados de crédito.

Además, los test de estrés podrán traer un poco de claridad en los mercado de bonos. "Esperamos que la publicación de los exámenes de stress de la banca española suponga un catalizador para la reapertura de mercado de forma que se estreche la curva soberana española respecto a swaps -la referencia de la renta fija pública- así como los CDS", dice Société Générale.

fuente: http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/2300197/07/10/La-deuda-privada-se-encarece-un-10.html

1 comentario :

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