jueves, 22 de octubre de 2009

¿En qué beneficia y en qué perjudica el empuje del euro?

Ya está. El euro vuelve a cambiarse a 1,50 dólares, una cota que recuperó ayer tras 14 meses sin pisar sobre ella. Dada la fragilidad mostrada por el dólar en las últimas semanas, sólo era cuestión de tiempo que la reconquistara. Pero no por ello pierde trascendencia. Pocos aspectos tienen la capacidad de generar un impacto tan variado e intenso en la economía y los mercados como la evolución de los tipos de cambio. Y, por tanto, los interrogantes se multiplican. ¿A quién beneficia? ¿Y a quién perjudica? ¿Cómo lo hace? En esto, como en muchas otras cosas, la sonrisa va por barrios.



Petróleo

El petróleo está siendo un infatigable compañero de subidas del euro. En lo que va de año, el barril Brent, de referencia en Europa, se revaloriza un 73%, mientras que la divisa europea se aprecia un 7,5%, porcentaje que crece hasta el 20% desde mediados de febrero. ¡Y menos mal que ambos caminan juntos! Como el crudo cotiza en dólares, la apreciación de la moneda única limita la factura energética que debe pagar la eurozona por el combustible. Al cambio actual, cada barril Brent cuesta 52,6 euros; si la divisa europea estuviera, por ejemplo, en los 1,25 dólares, el precio crecería hasta los 63,2 euros.

Como el petróleo ya se encuentra por encima de los precios marcados en 2008, a partir de ahora dejará de ser desinflacionista, como ha ocurrido hasta ahora en 2009, para ser inflacionista. En este sentido, el euro amortiguará el impacto alcista del crudo sobre los precios, un motivo que contribuirá a tener la inflación bajo control y que, por tanto, retrasará el ímpetu del Banco Central Europeo (BCE) por elevar los tipos de interés. Ambos efectos ?el abaratamiento de la factura energética y el freno inflacionista? sitúan a España entre los beneficiarios de la fortaleza del euro.


Endeudamiento
Las compañías que tengan costes, deuda o financiación bancaria en dólares lo estarán celebrando en estos momentos, porque la moneda única les facilita el camino. Si, por ejemplo, tuvieran que devolver hoy un préstamo de 10 millones de dólares, les bastaría con 6,66 millones de euros para abonar esa cantidad; a un cambio de 1,25 dólares por euro, esa cifra se elevaría hasta los 8 millones de euros. Esta consecuencia puede generar un efecto llamada para que las empresas lancen emisiones en dólares. En España se han producido dos ejemplos en las últimas semanas: Grifols, que ha lanzado 600 millones de dólares, y Santander, que quiere captar hasta 1.500 millones de dólares.


Opas en Estados Unidos
El fortalecimiento de la moneda única eleva la capacidad de compra de los europeos. Aspectos como la adquisición en maquinaria o tecnología procedente de EEUU, o que se vende en dólares, resulta más barata. Este efecto permite que el momento actual, gracias la pujanza de la divisa europea, sea el propicio para que las empresas europeas se vayan de compras por EEUU. Por una empresa de 2.000 millones de dólares, bastaría con desembolsar 1.333,3 millones de euros. ¿Y si se cambiara a 1,20? La factura aumentaría a 1.666,7 millones de euros.


Comercio intraeuropeo
El empuje del euro puede incentivar la actividad comercial dentro de la eurozona. Los países exportadores, viendo cómo la fortaleza del euro les perjudica ?como se comenta más adelante?, pueden optar por ofrecer a sus eurovecinos los productos que no logran vender fuera de la región. España también figura entre los beneficiados de este impacto.


Turismo y compras
El Give me two! ? ¡Dame dos! ?, tradicional en los tiempos de una peseta que se cambiaba a 100 unidades por dólar, vuelve a cobrar vigencia gracias al euro. Sin necesidad de cruzar el Atlántico, la compra de libros sale más económica. ¿Un ejemplo? Las memorias del ex presidente de la Reserva Federal (Fed), Alan Greenspan, cuestan en España entorno a 20 euros. En Amazon, su precio ?incluyendo los gastos de envío? se limita a 15 dólares, que al cambio se quedan en 10 euros.



Exportaciones
El sector exportador es, sin duda, el que más se ve penalizado por la escalada del euro. A un cambio de 1,25 dólares, un coche de 10.000 euros supondría un desembolso de 12.500 dólares. Si el billete verde se debilita hasta las 1,5 unidades por euro, un estadounidense pagaría 2.500 dólares más, hasta 15.000. Este impacto resulta especialmente sensible en el principal motor de la eurozona, Alemania, por su clara vocación exportadora. El euro, por tanto, amenaza su aún incipiente recuperación, algo que redundaría a su vez en el resto de la región. En este sentido, conviene recordar que, en cuanto se aprecia contra el dólar, el euro sube inmediatamente contra las restantes divisas mundiales que ligan su marcha a la de la moneda estadounidense. El caso más claro ?y sensible en estos momentos- es el de China, país para el que también se encarecen los productos europeos.


Resultados
La subida de la moneda única tampoco beneficia a aquellas empresas que obtenga parte de sus resultados en dólares. A la hora de repatriarlos, esa cantidad mermará cuando haga el cambio. Un beneficio de 100 millones de dólares se reduce ahora a 66,6millones de euros; a un cambio de 1,25, se situaría en 80. En este sentido, el sector petrolero figura entre los más castigados.


Confianza
Habitualmente, la subida del euro se traduce en un descenso de la confianza de los empresarios, una consecuencia que repercutiría en sus decisiones de inversión y empleo. Ruido político En una situación de crisis, la fortaleza del euro puede agriar las relaciones entre los líderes políticos y el BCE, al tiempo que puede alimentar tentaciones comerciales proteccionistas, dos consecuencias nada positivas para el futuro de la región.

Fuente eleconomista.es

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